Salí a las 7:30 de la mañana en busca de Periko (que no tardará mucho en aparecer por aquí, quizá con un nombre algo parecido a Piterskunk o algo así...
A las 8 de la mañana lo he recigido y hemos partido en la furgo de mi socio rumbo a Tarragona...
Después de mucha autopista y algunos cafeses, hemos llegado a las 11 más o menos a Torredembarra. Ahí, hemos hecho todos los trámites de papeleos con el vendedor, y a pesar del buen estado aparente y el escaso kilometraje de la nueva máquina, he decidido darme un pequeño rute para poder sentir lo que es llevar una 250... Las sensaciones son increíbles. No sé cómo será capaz de andar una 125 trucadilla, pero no creo que pueda llegar a ser una 250 "de casa". Lo primero es la diferencia de sensaciones de motor. Es algo increible, notas que la moto empuja y no que simplemente se engancha y tira... impresionante. Noto que frena mejor, que es un potro desbocao hasta que tú mismo decides frenar y se detiene con la agilidad de un mimo en pleno equilibrio.
En fin, a partir de ahí han cambiado todas mis sensaciones de escepticismo frente a la nueva adquisición. Casi todavía con la emoción y sorpresa de encontrarme en esas circunstancias tal y como las había imaginado, he terminado de desmontar cúpula y retrovisores para enfilarla a la furgo y ya sentirla de cerca, mia. En esee momento, siendo ya las 12, he llamado a moskis para homenajear a la nueva miembro del club con un almuerzo digno... hemos quedado en Vilafranca.
Cuando hemos aparecido, estaban esperando moskis, RAMS y jgm... La verdad es que casi saludándonos, el tio moskis ha tardado bien poco en sentenciar: ¡¡¡Vamos a almorzar donde hicimos la Calçotà!!!
No lo puedo negar, de repente me ha invadido un sentimiento de fiesta indescriptible, era como recuperar un sentimiento completo del pasado, algo con lo que ya no contabas...
A Periko y a mi nos ha pàrecido una idea genial.
Cuando hemos llegado a CA N´AYXELÀ ha sio con la inocente intención de almorzar ligeramente, pero rapidamente ha aparecido la maravillosa idea de quedarnos a comer una trípica calçotà, ya que era la una pasadas y el estómago reclamaba algo más complejo y sustancioso.
En fin, a la espera de la llegada de camareros que nos pudieran atender, hemos decidido tomarnos un ligero piskolabis en la terracita (a pesar del vendabal que soplaba) para poder abordar con integridad todo el tema de mi nueva adquisición. Después de un buen rato de risas, recuerdos y algunas fotos, hemos pasado al gran salón (el del calefactor industrial) en el que ha iluminado con su aparición Andrea... sin palabras...
Así que con todos los instrumentos, salsas, indicaciones, etc, nos hemos puesto manos a la obra.
De ahí ha salido una comida inolvidable... es algo especial... jgm, rams, moskis... ufff, qué pasada de amigos!!!
Y a lo tonto se nos han hecho las 5 de la tarde y ahí hubiéramos sido capaces de tirarnos charrando hasta las mil, seguro...
Luego hemos salido para Valencia ya con la moto en la furgo y hasta ahora...
Cuando la he bajado al garaje, no he podido evitar darme un nuevo rute por el barrio... IM-PRESIONANTE... no quepo de gozo...
En fin... como muy bien habéis apuntado por ahí... realmente ha sido un día inolvidable...
