Eso me recuerda que cuando yo tenía unos 8 ó 9 años fui de guay al Parque de Atracciones de Madrid el día que estaba de "visita"
David Hascomosellame (Michael Knigth) con KITT. Accedimos a una sala que era como un anfiteatro y pidieron un voluntario para ir al escenario a subirse a KITT y hablar con él.
Allá fui yo!! Con tanto ímpetu que me eligieron y fui al escenario, convirtiéndome en la envidia de más de un centenar de chicos. Y, sobre todo, de mis hermanos presentes.
Saludo al tal David, al cual prácticamente ignoré, y me fui para donde KITT, que abrió la puerta sin que la tocara nadie, y la cerró, también, sin que la tocara nadie. Me dio la bienvenida y dijo cuánto pesaba y medía... lo que no puedo decir es si era verdad, o no, porque no me paré a pensarlo. Me mostró una de sus pantallas (que se repetía en una pantalla grandota fuera del coche para que la vieran todos) mi silueta en verde y mis latidos.
Una chica se acercó con un micrófono por la ventanilla y me preguntó si estaba a gusto allí sentado, cómo me llamaba, si quería preguntarle algo a KITT, y cosas de esas. Así que me dijo, KITT, que tocara algún botón y él me diría para qué servía cada cosa...
Con tan buena suerte que el tercer botón que toqué fue el del
asiento-ejector de Michael... y KITT me advirtió que si no salía del coche iba a ser "disparado" hacia el aire (abrió la parte del techo del conductor) unos cuantos metros.
Se abrió la puerta y salí casi rodando por el suelo...
Y con una cara de haberme
cagao en los pantalones que ni imagináis...
Y para "compensarme" el susto me dijo que mis pulsaciones habían subido alarmántemente pero que estaba bien. Que Michael se acercaría a mí y nos haríamos una foto junto a él (KITT) y colorín, colorado, esta anécdota se ha acabado.
Desgraciadamente, para mí y para los frikies, no conservo esa foto...
