sí, soy macarra. y a mucha honra
Publicado: Jue 09/09/10 18:00
Yo era feliz siendo una persona formal. Conducía respetando (más o menos) las normas... no pegaba acelerones al salir de los semáforos para decir... "aquí estoy yo con mi * T, quitaos todos!"... tampoco corría en las carreteras... incluso me paraba detrás de coches en los atascos en vez de ratonear hasta el semáforo y ponerme el primero...
Yo era feliz así... un ser tranquilo... pacífico... mi estancia 3 años en esa clínica tirolesa me había permitido relajarme y olvidarme de todos aquellos problemillas de ludopatía, proxenetismo y extorsión que me intentaban incriminar desde la fiscalía aquí en españa...
Yo era feliz con mi T... no me metía con los coches y ellos no se metían conmigo...
Pero hoy, al salir del trabajo, en una de las carreteras de acceso a bilbao (que es como un minipuerto que luego hay que bajar para acceder a la ciudad, porque como sabéis, bilbao está encajonado entre montes), pues para subir esa carretera, como digo, acelero... pero veo un coche que se pega a mi culo tambien en el carril de la izquierda... y no se, no se qué se me ha ocurrido en ese momento, pero como si me hubieran pinchado en el mismísimo orto, no se me ocurre otra cosa que acelerar a tope en esa subida para dejarle tirado. Yo, en mi ignorancia, desconocía si mi moto con sus escasos 43 cv, estaba capacitada para remontar ese repecho y a la vez dejar tirado a un coche. Pero lo he hecho. He pensado... bueno, siempre puedo echarme a la derecha si no chuta y ya está. tampoco me juego la vida en esto, no?
o sí?
porque estaba claro que me he picado. Mucho. Dentro de mi casco olía a requesón, prueba evidente de mi pique. Total, que me he puesto a 100 pasados (la carretera es buena, 2 carriles, buen asfalto... no sufráis). Pero el coche estaba detrás, amenazante, diciendo... quita, pringao. que soy un cochazo y con tu moto no te reirás de mi.
Total, que "en terminando" el repecho, la carretera se torna llana antes de comenzar la bajada hacia la ciudad, y yo he decidido terminar el juego, porque no quería seguir forzando lo que dicta el sentido comun. Y he soltado el puño, me he ido al carril derecho, y he dejado que la moto se mantenga a 85-90 (esta carretera es de 80). El coche me ha pasado... rrrroaaaarrrrr... dios, batalla perdida, he pensado. ahora seré el hazmerreir de mi casa, de mis amigos, de mi lupanar favorito...
Pero ay amigo, la carretera termina y se accede a la ciudad, donde los coches siempre se paran en una larga fila una vez que comienzan los semáforos urbanos. Y el coche poco a poco, ha ido frenando al encontrarse coches delante... frenando... frenando... y yo acercándome... acercándome... acercándome... hasta que he llegado donde estaba él... me he puesto a su lado para meterme por el arcen. Le he mirado (para ver qué cara tenía, típica acción irracional que hacemos cuando nos picamos o nos enfadamos con alguien, porqué será?) y le he sobrepasado con la elegancia natural que me caracteriza, al grito de... adios, pringaoooo!!!! perdiéndome despues en el horizonte antes de convertirme en estrella fugaz.
eso,queso.
Yo era feliz así... un ser tranquilo... pacífico... mi estancia 3 años en esa clínica tirolesa me había permitido relajarme y olvidarme de todos aquellos problemillas de ludopatía, proxenetismo y extorsión que me intentaban incriminar desde la fiscalía aquí en españa...
Yo era feliz con mi T... no me metía con los coches y ellos no se metían conmigo...
Pero hoy, al salir del trabajo, en una de las carreteras de acceso a bilbao (que es como un minipuerto que luego hay que bajar para acceder a la ciudad, porque como sabéis, bilbao está encajonado entre montes), pues para subir esa carretera, como digo, acelero... pero veo un coche que se pega a mi culo tambien en el carril de la izquierda... y no se, no se qué se me ha ocurrido en ese momento, pero como si me hubieran pinchado en el mismísimo orto, no se me ocurre otra cosa que acelerar a tope en esa subida para dejarle tirado. Yo, en mi ignorancia, desconocía si mi moto con sus escasos 43 cv, estaba capacitada para remontar ese repecho y a la vez dejar tirado a un coche. Pero lo he hecho. He pensado... bueno, siempre puedo echarme a la derecha si no chuta y ya está. tampoco me juego la vida en esto, no?
o sí?
porque estaba claro que me he picado. Mucho. Dentro de mi casco olía a requesón, prueba evidente de mi pique. Total, que me he puesto a 100 pasados (la carretera es buena, 2 carriles, buen asfalto... no sufráis). Pero el coche estaba detrás, amenazante, diciendo... quita, pringao. que soy un cochazo y con tu moto no te reirás de mi.
Total, que "en terminando" el repecho, la carretera se torna llana antes de comenzar la bajada hacia la ciudad, y yo he decidido terminar el juego, porque no quería seguir forzando lo que dicta el sentido comun. Y he soltado el puño, me he ido al carril derecho, y he dejado que la moto se mantenga a 85-90 (esta carretera es de 80). El coche me ha pasado... rrrroaaaarrrrr... dios, batalla perdida, he pensado. ahora seré el hazmerreir de mi casa, de mis amigos, de mi lupanar favorito...
Pero ay amigo, la carretera termina y se accede a la ciudad, donde los coches siempre se paran en una larga fila una vez que comienzan los semáforos urbanos. Y el coche poco a poco, ha ido frenando al encontrarse coches delante... frenando... frenando... y yo acercándome... acercándome... acercándome... hasta que he llegado donde estaba él... me he puesto a su lado para meterme por el arcen. Le he mirado (para ver qué cara tenía, típica acción irracional que hacemos cuando nos picamos o nos enfadamos con alguien, porqué será?) y le he sobrepasado con la elegancia natural que me caracteriza, al grito de... adios, pringaoooo!!!! perdiéndome despues en el horizonte antes de convertirme en estrella fugaz.
eso,queso.