Corazón vs Razón
Publicado: Dom 11/09/11 15:04
Historieta reducida, menos apasionada y elaborada en comparación con el tostón que iba a meter. Se iba a enterar el cervantes ese.
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Todo es como el anuncio este tiñoso de cerveza que llevan haciendo todo el verano en la puñetera caja tonta, norte y sur... mirarte a los hombros y en uno tener en angel y en otro el diablo.
La razón te manda lo que sensatamente deberías hacer, te aconseja para que dentro de lo que cabe no te metas en un berenjenal de cojones, pero el corazón necesita emociones fuertes, el cabronazo.
Hay veces que le haces caso a una cosa, hay veces que a otra, según el estado anímico, los estados de la vida, niveles adquisitivos... hay muchos puntos a tener en cuenta, pero llega el momento que hay que tomar la decisión, equivocada o no pero hay hay que tomarla, el tiempo te confirmará si la has cagado.
Se puede trasladar a todas las facetas de la vida, pero pasemos a lo que importa en este reducto melonil... ¡A MO TOS!
Hace muchas lunas después de muchas horas de discutir con mis progenitores el corazón y la cabezonería ganaron a la razón, me compraba la moto, pero puede que fuera la peor que pude comprar en ese momento, una Suzuki Dr Big, con miles de kms, irreconocible por todas las mierdas que le había metido su anterior propietario, no tiraba cara al aire... pero el tiempo me lo hizo ver, no hubo más.
Como pude la arreglé y la vendí de aquellas maneras, y me compré un scooter prácticamente nuevo, gabana la razón. Yamaha Aerox. Iba muy bien, ni un puto ruido, extraordinario!! Pero la razón y la cara de mi madre volvieron a ganar, vendí la moto y me compré un cochecito para dejarla tranquila una temporada, que cara de felicidad la mujer. Y el corazón nuevamente me la volvió a calzar. Influido por un vendemantas me compré un Citroen ZX que me dejó tirado en el primer viaje que hice, se calentaba como un cabrón, así que tocó arreglar todo y malvender para comprarme un Ford Fiesta nuevo.
Pero el corazón venía pidiendo paso:
- ¡YEEEEEE TU, el de alrededor de mi! ¿A ti no te gustaban las motos o que pasa aquí? ¿Acaso eres un gallina Macfly? COooooooooOOOck... cococoooooOOOOOOOOoooock....
Cachoputo... a buscar la primera moto que me permitió mi maltrecha economía, una Gilera Runner 125. Puro nervio. El mezclador de aceite (era 2T) funcionaba de aquellas maneras y había días que cuando salía del garaje convertía a mi barrio en Londres, del tiempo que tenía un día regué de gasolina media cuidad porque se cuarteó la goma de la gasolina... a arreglar one more time otro cacharro, y la razón se cogió de la mano del corazón para sacarme del entuerto (corazón wins), aprovechando una circunstancia cambié con un poco de dinero mi bichejo por una Nexus 500.
Menuo monocilindro trator!! Aquello parecía un asiento de un caza, cuando aceleraba un poco fuerte se retorcia, sacaba la mala folla y me intentaba tirar (y que le pregunten a mi santa un gracioso día que a pocas más sale volando sin motor y sin alas).
Pero que cosas, un día mirando internet la razón me devolvió al mundo real y me hizo mirar una moto con muy buenos ojos, era algo parecido a un tierno amor adolescente... una Xmax... cariño, vente con el tete. Así fué, vendí el mostrenco de Gilera y se vino conmigo a casa. Con ella conocí a muchas buenas y grandes personas, hice ver a mi mujer el mundo motero con otros ojos, me abrió un mundo de posibilidades y de meloneos... y un pedazo melón tremendo. Como había dinero y el corazón se salia cayo, ¡peazo Tmax! La cosa continuaba subiendo, menudo bicharraco salido de las profundidades del averno, todo iba en consonancia.
Pero como todo lo bueno normalmente las cosas acaban por perderse, las circunstancias personales obligan un poco a dejar las salidas, la vida macarra y salvaje (oh yeah!) y es el momento de la razón, y esta vez viene con el martillo pilón, mazo gordo. De la noche a la mañana un bonito anuncio, un tipo con pasta y el corazón saliéndose de su tierno, jovencito y pecholata cuerpo me la cambia por un puñado de leuros... Tmax vendida.
Llevo desde ayer desorientado, todavía no me lo creo, hay un vacio en mi cabeza, en mi corazón y en mi garaje. Las dos veces que he visto el hueco donde reposaba vacio me ha dado un vuelco todo. Tantos buenos ratos, tantos kms... ahora estará a unos cuantos cientos de kms de casa, es todavía una pena pensar en ello tanto para mi como para mi mujer, parece mentira el cariño que le puedes llegar a coger a un cacho de hierro con dos ruedas, pero son muchas cosas más las que han envuelto su existencia para mi.
Pero bueno, ahora hay que mirar hacia delante y secar las lágrimas con el aire que llegará a mi cara a lomos de otro bichillo que me facilite la vida para ir a trabajar, que me permita aparcar sin demasiados quebraderos de cabeza, que me transportará alegremente y me hará dejar de pensar en otras cosas centrándome en su conducción... PEROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO...
¿Razón o corazón? ¿A que le hago caso ahora? Creo que tengo claras las opciones a falta de dos tonterías y ahí los tengo luchando a los dos.
En breve: EL DESENLACE, próximamente en sus pantallas.
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Todo es como el anuncio este tiñoso de cerveza que llevan haciendo todo el verano en la puñetera caja tonta, norte y sur... mirarte a los hombros y en uno tener en angel y en otro el diablo.
La razón te manda lo que sensatamente deberías hacer, te aconseja para que dentro de lo que cabe no te metas en un berenjenal de cojones, pero el corazón necesita emociones fuertes, el cabronazo.
Hay veces que le haces caso a una cosa, hay veces que a otra, según el estado anímico, los estados de la vida, niveles adquisitivos... hay muchos puntos a tener en cuenta, pero llega el momento que hay que tomar la decisión, equivocada o no pero hay hay que tomarla, el tiempo te confirmará si la has cagado.
Se puede trasladar a todas las facetas de la vida, pero pasemos a lo que importa en este reducto melonil... ¡A MO TOS!
Hace muchas lunas después de muchas horas de discutir con mis progenitores el corazón y la cabezonería ganaron a la razón, me compraba la moto, pero puede que fuera la peor que pude comprar en ese momento, una Suzuki Dr Big, con miles de kms, irreconocible por todas las mierdas que le había metido su anterior propietario, no tiraba cara al aire... pero el tiempo me lo hizo ver, no hubo más.
Como pude la arreglé y la vendí de aquellas maneras, y me compré un scooter prácticamente nuevo, gabana la razón. Yamaha Aerox. Iba muy bien, ni un puto ruido, extraordinario!! Pero la razón y la cara de mi madre volvieron a ganar, vendí la moto y me compré un cochecito para dejarla tranquila una temporada, que cara de felicidad la mujer. Y el corazón nuevamente me la volvió a calzar. Influido por un vendemantas me compré un Citroen ZX que me dejó tirado en el primer viaje que hice, se calentaba como un cabrón, así que tocó arreglar todo y malvender para comprarme un Ford Fiesta nuevo.
Pero el corazón venía pidiendo paso:
- ¡YEEEEEE TU, el de alrededor de mi! ¿A ti no te gustaban las motos o que pasa aquí? ¿Acaso eres un gallina Macfly? COooooooooOOOck... cococoooooOOOOOOOOoooock....
Cachoputo... a buscar la primera moto que me permitió mi maltrecha economía, una Gilera Runner 125. Puro nervio. El mezclador de aceite (era 2T) funcionaba de aquellas maneras y había días que cuando salía del garaje convertía a mi barrio en Londres, del tiempo que tenía un día regué de gasolina media cuidad porque se cuarteó la goma de la gasolina... a arreglar one more time otro cacharro, y la razón se cogió de la mano del corazón para sacarme del entuerto (corazón wins), aprovechando una circunstancia cambié con un poco de dinero mi bichejo por una Nexus 500.
Menuo monocilindro trator!! Aquello parecía un asiento de un caza, cuando aceleraba un poco fuerte se retorcia, sacaba la mala folla y me intentaba tirar (y que le pregunten a mi santa un gracioso día que a pocas más sale volando sin motor y sin alas).
Pero que cosas, un día mirando internet la razón me devolvió al mundo real y me hizo mirar una moto con muy buenos ojos, era algo parecido a un tierno amor adolescente... una Xmax... cariño, vente con el tete. Así fué, vendí el mostrenco de Gilera y se vino conmigo a casa. Con ella conocí a muchas buenas y grandes personas, hice ver a mi mujer el mundo motero con otros ojos, me abrió un mundo de posibilidades y de meloneos... y un pedazo melón tremendo. Como había dinero y el corazón se salia cayo, ¡peazo Tmax! La cosa continuaba subiendo, menudo bicharraco salido de las profundidades del averno, todo iba en consonancia.
Pero como todo lo bueno normalmente las cosas acaban por perderse, las circunstancias personales obligan un poco a dejar las salidas, la vida macarra y salvaje (oh yeah!) y es el momento de la razón, y esta vez viene con el martillo pilón, mazo gordo. De la noche a la mañana un bonito anuncio, un tipo con pasta y el corazón saliéndose de su tierno, jovencito y pecholata cuerpo me la cambia por un puñado de leuros... Tmax vendida.
Llevo desde ayer desorientado, todavía no me lo creo, hay un vacio en mi cabeza, en mi corazón y en mi garaje. Las dos veces que he visto el hueco donde reposaba vacio me ha dado un vuelco todo. Tantos buenos ratos, tantos kms... ahora estará a unos cuantos cientos de kms de casa, es todavía una pena pensar en ello tanto para mi como para mi mujer, parece mentira el cariño que le puedes llegar a coger a un cacho de hierro con dos ruedas, pero son muchas cosas más las que han envuelto su existencia para mi.
Pero bueno, ahora hay que mirar hacia delante y secar las lágrimas con el aire que llegará a mi cara a lomos de otro bichillo que me facilite la vida para ir a trabajar, que me permita aparcar sin demasiados quebraderos de cabeza, que me transportará alegremente y me hará dejar de pensar en otras cosas centrándome en su conducción... PEROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO...
¿Razón o corazón? ¿A que le hago caso ahora? Creo que tengo claras las opciones a falta de dos tonterías y ahí los tengo luchando a los dos.
En breve: EL DESENLACE, próximamente en sus pantallas.