ayer probé la Vectrix
Publicado: Vie 06/06/08 12:38
Tenía ayer una cita en una empresa de temas de paneles solares y cosas así. Despues de hablar de lo que teníamos que hablar, salieron temas más "festivos" y me dijo que quería enseñarme algo a propósito de que le comenté que en la puerta de su oficina tenía aparcada mi nueva moto. Y dijo... pues ven, a ver qué te parece esto. somos pioneros en euskadi. No hay nadie más.
Bajamos las escaleras del chalet (la empresa tenía su sede en un bonito chalet) y me lleva al garaje. Abre la puerta y veo un scooter rojo. Yo, como un experto conocedor del mercado del scooter en el que me he convertido en estos 16 meses de mi vida motera, digo... "un vectrix".
El hombre, pasmado, me dice... jdr, estas a la última. Y le digo... ya he leido cosas sobre él. Pero mira, tenía curiosidad por verlo. Y me dice "vamos a sacarlo a la calle".
Despues de enseñarme cómo funciona la carga (lo tenía enchufado a un enchufe normal y corriente), me comenta que una vez al 100%, la moto -dependiendo de la conducción que hagas- puede durarte más o menos, pues el consumo eléctrico cambia mucho si vas por ciudad, carretera, rápido o lento (igual que con la gasolina).
Me enseñó su maletero (bastante amplio) en la zona más atrasada del sillín, pues el final de la moto es estilo "culón", en la línea de la Satelis o la Spidermax. Como curiosidad, dentro del maletero la luz es fluorescente, y da mucha luminosidad al hueco.
El tablero de mandos es escueto pero incluye de todo, hasta un testigo para saber que tienes la pata de cabra puesta. Tambien un reloj entero dedicado en exclusiva al nivel de carga, para que veamos de un vistazo cuánto nos queda.
Otra curiosidad es que si giras el puño del gas en sentido contrario, la moto invierte la polaridad de sus motores y crea una marcha atrás, muy útil para moverse entre coches, atascos, o para salir de sitios comprometidos.
La sacamos a la calle y despues de que el hombre me insistió varias veces para que la probara, pues yo no quería esa responsabilidad (dios, qué formal soy), acepté finalmente y me monté. Por supuesto, el arranque no suena y sólo mirando sus luces del tablero puedes adivinar que la moto está en marcha. Giré el puño... y adelante. La moto emitía el mismo tipo de ruido que hace el tren al acelerar; ese característico sonido eléctrico. En la calle, entre el tráfico, dicho sonido es absolutamente inapreciable, y sólo en una calle vacía puedes escuchar ese zumbido clásico tipo "tren" cuando acelera y desacelera.
La moto es grande y pesada, del tamaño de una 400. Y en potencia, similar tambien, aunque quizá le falte la patada o el empuje de un 400 de combustión. En cuanto al peso, pues es lógicamente mayor que cualquier homónima de gasolina, ya que las baterías alojadas bajo el asiento (concretamente en la parte delantera) son aún al día de hoy, unos dispositivos pesados, y penalizan bastante, sobre todo en una moto más que en un coche.
En resumen, una experiencia original. Jamás pensé que podría darme un voltio con una de esas motos que "salen en las revistas" y que nadie tiene aún aquí (en españa hay un par de ayuntamientos que estan estudiando comprarlas para su policía de proximidad, y en nueva york, su policía urbana dispone de ellas ya).
Siento no tener fotos. No se me ocurrió... sé que penaliza este "reportaje", pero bueno, la falta de experiencia en estas lides periodísticas... la emoción del momento...
En conjunto, un producto a mi juicio sólo recomendable para entusiastas del ecologismo y apocalípticos del jucio final que auguran que el fin del petróleo nos traerá guerras y una vuelta a anteriores épocas negras con una estética de la película "waterworld"...
Bajamos las escaleras del chalet (la empresa tenía su sede en un bonito chalet) y me lleva al garaje. Abre la puerta y veo un scooter rojo. Yo, como un experto conocedor del mercado del scooter en el que me he convertido en estos 16 meses de mi vida motera, digo... "un vectrix".
El hombre, pasmado, me dice... jdr, estas a la última. Y le digo... ya he leido cosas sobre él. Pero mira, tenía curiosidad por verlo. Y me dice "vamos a sacarlo a la calle".
Despues de enseñarme cómo funciona la carga (lo tenía enchufado a un enchufe normal y corriente), me comenta que una vez al 100%, la moto -dependiendo de la conducción que hagas- puede durarte más o menos, pues el consumo eléctrico cambia mucho si vas por ciudad, carretera, rápido o lento (igual que con la gasolina).
Me enseñó su maletero (bastante amplio) en la zona más atrasada del sillín, pues el final de la moto es estilo "culón", en la línea de la Satelis o la Spidermax. Como curiosidad, dentro del maletero la luz es fluorescente, y da mucha luminosidad al hueco.
El tablero de mandos es escueto pero incluye de todo, hasta un testigo para saber que tienes la pata de cabra puesta. Tambien un reloj entero dedicado en exclusiva al nivel de carga, para que veamos de un vistazo cuánto nos queda.
Otra curiosidad es que si giras el puño del gas en sentido contrario, la moto invierte la polaridad de sus motores y crea una marcha atrás, muy útil para moverse entre coches, atascos, o para salir de sitios comprometidos.
La sacamos a la calle y despues de que el hombre me insistió varias veces para que la probara, pues yo no quería esa responsabilidad (dios, qué formal soy), acepté finalmente y me monté. Por supuesto, el arranque no suena y sólo mirando sus luces del tablero puedes adivinar que la moto está en marcha. Giré el puño... y adelante. La moto emitía el mismo tipo de ruido que hace el tren al acelerar; ese característico sonido eléctrico. En la calle, entre el tráfico, dicho sonido es absolutamente inapreciable, y sólo en una calle vacía puedes escuchar ese zumbido clásico tipo "tren" cuando acelera y desacelera.
La moto es grande y pesada, del tamaño de una 400. Y en potencia, similar tambien, aunque quizá le falte la patada o el empuje de un 400 de combustión. En cuanto al peso, pues es lógicamente mayor que cualquier homónima de gasolina, ya que las baterías alojadas bajo el asiento (concretamente en la parte delantera) son aún al día de hoy, unos dispositivos pesados, y penalizan bastante, sobre todo en una moto más que en un coche.
En resumen, una experiencia original. Jamás pensé que podría darme un voltio con una de esas motos que "salen en las revistas" y que nadie tiene aún aquí (en españa hay un par de ayuntamientos que estan estudiando comprarlas para su policía de proximidad, y en nueva york, su policía urbana dispone de ellas ya).
Siento no tener fotos. No se me ocurrió... sé que penaliza este "reportaje", pero bueno, la falta de experiencia en estas lides periodísticas... la emoción del momento...
En conjunto, un producto a mi juicio sólo recomendable para entusiastas del ecologismo y apocalípticos del jucio final que auguran que el fin del petróleo nos traerá guerras y una vuelta a anteriores épocas negras con una estética de la película "waterworld"...