Resaca Nochevieja
Publicado: Vie 02/01/09 01:52
¿Qué tal fue la Nochevieja, compañeros? ¿Lo pasásteis bien o no os acordáis? Quiero ver fotos vuestras y observar que fuisteis más chulos que James Bond. Bueno, para los que tengan la cabeza del revés y el estómago bailando el hula-hula les recomiendo el siguiente protocolo de actuación (aunque llegue un pelín tarde, pero será efectivo pues a más de uno de los presentes la factura les dura un tiempo):
La cuestión es que despiertas, por ejemplo a las doce del mediodía. Sólo hay que agonizar como mucho doce horas. ¡Ánimo! Evalúas la magnitud de los daños sentado en el trono; intentas poner un huevo fétido para estar menos sucio por dentro de lo que te sientes por fuera. Te das pena y lloriqueas mientras ves desenfocados por las lágrimas los santos de alguna revista.
Tienes que acudir a esa bárbara costumbre de la comida familiar de Año Nuevo, todo da lo mismo. Desayuna unas margaritas sin escatimar el tequila y recupera el pedo. Pospón el problema (que llegará duplicado) hasta mañana.
Pasaremos por alto lo que no hay que hacer con resaca. Es de mera lógica. Ni ver el concierto de Viena por la tele, ni contemplar una autopsia, ni tocar la txalaparta, por ejemplo. Lo obvio. Si has tenido la "suerte" de que la cena de Nochevieja haya sido en casa, habrá maravillosas sobras de todo tipo (procede atracar la nevera si tienes un zoo en el estómago a las tantas de la madrugada del día 2 de enero).
Después, quizá algo cansado de andar en bolas y aterido por la casa, puedes aprovechar el nudismo para darte una larga ducha de agua tibia sin jabón (ahorra esfuerzos) y volverte a la cama un rato. Procede intentar convencer a algún otro habitante de la casa de la conveniencia mutua de un breve encuentro sexual en postura lo más pasiva posible (la tuya). Si no hay ni gato, un poco de amor propio.
Nada de salir de casa. Ni periódicos ni bares. Si eso leer unos cómics de viñetas grandes y poca letra, es pasable."¿Dónde está Wally?" no, por razones evidentes. Si ni eso, contempla una pared blanca o imagina que pasas el dedo por la raya continua de tu encefalograma plano. El DVD te salvará de ver lo que dan por la tele. Las películas para el programa doble han de escogerse con cuidado. Algo simple y agradable. Por ejemplo, "La matanza de Texas", no.
En cuestión alimenticia, la dieta a seguir durante el día será esta:
Desayuno: Dos yemas de huevo casi crudas sobre jamón ibérico, salmón ahumado, pan integral, media copa de cava y un café solo doble.
Almuerceo: Un zumo de melón y otro de tomate natural con un diente de ajo, poca sal, Tabasco y medio limón exprimido.
Comedio: Gazpacho de ‘brik’, sopa de pescado –si sobró–, carne roja cruda y caliente, ensalada de lechuga y cebolleta, dos copas de cava o Coca-Cola, una cuajada con miel y un helado de ron con pasas.
Siesta en el sobre (SOFÁ NO) y a pasar calor durante dos horas.
Merienda: Medio litro de agua, un té rojo con pastitas y un gran zumo de naranja y pomelo con un buen chorrete de vodka.
Salir a pasear 500m. Más es vicio (háztelo mirar).
Cena: No hay cena. Un ColaCao de medio litro con galletas y acto seguido a la cama (entiéndase a las 21 ó 22 horas) a ivernar.
Al día siguiente las cosas se ven algo más claras después, aunque no mucho, y tras la comilona con las sobras de la mística cena, llega el imperio del sofá, la nube más cómoda entre todas las nubes; y tras la cena, relaja dar un poco el coñazo por teléfono a los amigos, interesándose por sus respectivas resacas, para hacer tiempo a que haga efecto el somnífero, que te hará dormir diez horas y tener que exprimir la almohada cual esponja... lo único capaz de vencer del todo a la bestia negra y que se haya disipado al día siguiente definitivamente.
Feliz mangarraño a todos...
La cuestión es que despiertas, por ejemplo a las doce del mediodía. Sólo hay que agonizar como mucho doce horas. ¡Ánimo! Evalúas la magnitud de los daños sentado en el trono; intentas poner un huevo fétido para estar menos sucio por dentro de lo que te sientes por fuera. Te das pena y lloriqueas mientras ves desenfocados por las lágrimas los santos de alguna revista.
Tienes que acudir a esa bárbara costumbre de la comida familiar de Año Nuevo, todo da lo mismo. Desayuna unas margaritas sin escatimar el tequila y recupera el pedo. Pospón el problema (que llegará duplicado) hasta mañana.
Pasaremos por alto lo que no hay que hacer con resaca. Es de mera lógica. Ni ver el concierto de Viena por la tele, ni contemplar una autopsia, ni tocar la txalaparta, por ejemplo. Lo obvio. Si has tenido la "suerte" de que la cena de Nochevieja haya sido en casa, habrá maravillosas sobras de todo tipo (procede atracar la nevera si tienes un zoo en el estómago a las tantas de la madrugada del día 2 de enero).
Después, quizá algo cansado de andar en bolas y aterido por la casa, puedes aprovechar el nudismo para darte una larga ducha de agua tibia sin jabón (ahorra esfuerzos) y volverte a la cama un rato. Procede intentar convencer a algún otro habitante de la casa de la conveniencia mutua de un breve encuentro sexual en postura lo más pasiva posible (la tuya). Si no hay ni gato, un poco de amor propio.
Nada de salir de casa. Ni periódicos ni bares. Si eso leer unos cómics de viñetas grandes y poca letra, es pasable."¿Dónde está Wally?" no, por razones evidentes. Si ni eso, contempla una pared blanca o imagina que pasas el dedo por la raya continua de tu encefalograma plano. El DVD te salvará de ver lo que dan por la tele. Las películas para el programa doble han de escogerse con cuidado. Algo simple y agradable. Por ejemplo, "La matanza de Texas", no.
En cuestión alimenticia, la dieta a seguir durante el día será esta:
Desayuno: Dos yemas de huevo casi crudas sobre jamón ibérico, salmón ahumado, pan integral, media copa de cava y un café solo doble.
Almuerceo: Un zumo de melón y otro de tomate natural con un diente de ajo, poca sal, Tabasco y medio limón exprimido.
Comedio: Gazpacho de ‘brik’, sopa de pescado –si sobró–, carne roja cruda y caliente, ensalada de lechuga y cebolleta, dos copas de cava o Coca-Cola, una cuajada con miel y un helado de ron con pasas.
Siesta en el sobre (SOFÁ NO) y a pasar calor durante dos horas.
Merienda: Medio litro de agua, un té rojo con pastitas y un gran zumo de naranja y pomelo con un buen chorrete de vodka.
Salir a pasear 500m. Más es vicio (háztelo mirar).
Cena: No hay cena. Un ColaCao de medio litro con galletas y acto seguido a la cama (entiéndase a las 21 ó 22 horas) a ivernar.
Al día siguiente las cosas se ven algo más claras después, aunque no mucho, y tras la comilona con las sobras de la mística cena, llega el imperio del sofá, la nube más cómoda entre todas las nubes; y tras la cena, relaja dar un poco el coñazo por teléfono a los amigos, interesándose por sus respectivas resacas, para hacer tiempo a que haga efecto el somnífero, que te hará dormir diez horas y tener que exprimir la almohada cual esponja... lo único capaz de vencer del todo a la bestia negra y que se haya disipado al día siguiente definitivamente.
Feliz mangarraño a todos...