Mensaje
por cacolez » Mié 21/11/12 23:06
LA BICI DEL CURA...
En el sermón dominical (homilía), el cura del pueblo -muy enfadado-
se apoya en el púlpito y dice con tono muy grave:
- El sermón de hoy se lo voy a dedicar a ustedes, ¡ladrones!, porque
ayer sábado me robaron la bicicleta. Cosas como éstas no pueden suceder en este pueblo, y menos en esta comunidad, en la que todos nos conocemos desde pequeños y donde Dios ha sembrado su semilla de dicha y felicidad. Pero eso no quita, ni minimiza, lo que han hecho el día
de ayer: ¡¡ME HAN ROBADO LA BICICLETA!
- El primer mandamiento dice. 'Amarás a Dios, sobre todas las cosas',
pero ustedes no aman a Dios, porque el que roba NO ama a Dios.
¡Ladrones de mierda!
- El segundo mandamiento dice: 'No usarás el nombre de Dios en vano', pero el que roba reniega de Dios, pues sin mi bicicleta ahora tengo que andar bastante para llegar a los otros pueblos y poder predicar su Palabra.
- El tercer mandamiento dice: 'Santificarás las fiestas', pero ustedes no santifican nada porque son unos ladrones, sacrílegos de mierda, que han robado mi bicicleta sin ninguna consideración.
- El cuarto mandamiento dice: 'Honrarás a tu padre y a tu madre', pero ustedes parece que no tuvieran ni uno ni la otra, pues si no, les hubieran enseñado a no robar.
- El quinto mandamiento dice: 'No Matarás', pero ustedes han matado la ilusión que tenía con mi bicicleta nueva, de manera que ahora mismo me van diciendo quién fue el pedazo de h****a que me robó mi bicicleta.
- El sexto mandamiento dice: 'No Fornicarás'...
En eso, el cura se queda pensativo unos segundos y dice sorprendido:
- ¡ostras!... Ya me acuerdo dónde dejé la bicicleta...